Mientras él está abajo, ella sube, cuando él sube ella baja. Uno gira a la izquierda, el otro a la derecha; él corre, ella camina, él mira buscando migajitas en el piso, ella mira buscándole formas a las nubes. Ella se viste de colores, él de negro, ella toma café, él leche con chocolate, ella odia a los gatos, él a los perros. Él se va por las escaleras, ella prefiere el elevador, él compra en el súper, ella en el mercado, él usa auto, ella bicicleta, él es como los cangrejos, ella va un paso adelante, él compra cereal de caja, ella avena de bolsita. Él siempre tiene calor, a ella le da frío hasta en pimavera, él es izquierda, ella derecha, él vive en su confort, ella le teme. Ella ama la música, él ama el caos citadino, ella sueña, él ya no. Ella toma riesgos, él se arrepiente de no haberlos tomado, él vive de costumbres, ella las repele.
Ella camina, él corre, ella corre, él camina. Llega un momento en que los dos caminan. Sin embargo no coincidirán en punto alguno, porque mientras él busca migajitas, ella estará contemplando las nubes perdidas.