Lo que hay es la luz
La vida no puede permanecer sin marcas, son ellas las que nos determinan a lo largo del camino. Hace casi tres meses a mí me determinó la partida de Gaby, mi querida amiga y comai, quien se fue sorprendida ante los volcanes que se alcanzaban a ver aquella tarde.
Gaby me regaló una lámpara que puse casi inmediatamente después de su partida; Aurelio Asian, el título de un poema que sin querer queriendo reunía lo que en ese momento y hasta ahora siento.
Diario prendo la luz que Gaby me dejó. Eso es lo que hay, lo que queda.
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